domingo, 8 de noviembre de 2009

Camino a Talampaya (parte 2)

Una vez comodamente instalados en nuestra habitación privada del complejo de cabañas El Portillo, salimos a recorrer la ciudad, a la cual ya habiamos visitado varias veces anteriormente. La ciudad tiene el encanto de una aldea Alemana, con sus construcciones revestidas en madera, con su trazado asimétrico, con sus ofertas de gastronomía, con la exquisita repostería alemana y con dos fiestas que realiza anualmente: La de la cerveza en Octubre y la del chocolate en Julio. En definitiva una ciudad agradable a la vista, al paladar y amable con quien la visita. Comimos un exquisito goulash mediterraneo, un strudell y volvimos a nuestra habitación distante ocho kilometros de la ciudad en medio de las sierras dentro de un paisaje de una gran belleza. Al día siguiente, nos levantamos temprano para emprender el camino hacia Talampaya, en el recorrido nos detuvimos en el Dique Los Molinos, otro espejo de agua con el encanto de las sierras bordeandolo en todo su contorno con hermosos paisajes.
Desde ahí proseguimos camino a Alta Gracia por la ruta 5, hasta la rotonda de entrada a Alta Gracia donde nos desviamos hacia la ruta 20. Alta Gracia es otra ciudad con innumerables atractivos donde vivieron entre otros el Che Guevara en su adolescencia y Manuel de Fallas. Entre los atractivos que pueden visitarte podemos mencionar el museo del Che Guevara, el museo de la Estancia Jesuítica úbicado en el centro de la ciudad, frente a la plaza principal y el museo Manuel de Fallas. A estos museos nos referiremos más adelante en el viaje de regreso a Buenos Aires.
Una vez que tomamos por la ruta 20 proseguimos por ella hasta Villa Carlos Paz, ciudad moderna y pujante que cuenta con el Lago San Roque como principal atractivo y una oferta hotelera, cultural y de entretenimiento sumamente variada. Una vez en Villa Carlos Paz tomamos la ruta 38 por la cual proseguiremos 287 kms hasta la pequeña ciudad de Patquia ya ubicada en la provincia de La Rioja.

Pero antes de eso pasaremos por ciudades del valle de Punilla en Cordóba que merecen ser vistas con detenimiento como Cosquín, con su plaza Prospero Molina donde año tras año se celebra el ya famoso festival de Cosquín que ha dado a la fama entre otros a cantantes de la talla de Marito Gonzalez (hoy Jairo) y conjuntos como Los Nocturnos. Una ciudad donde se transunta la bohemia en todos sus restaurantes y bares. Una ciudad con ritmo cansino que durante las noches se convierte en bullicio y música que fluye de cada rincón de la misma.


Otra famosa ciudad del valle es la ciudad de La Falda donde cada año se organizan numerosas competencias deportivas a nivel nacional, sobre todo en deportes amateurs.

Pocos kilometros más adelante nos encontraremos con la hermosa ciudad de Villa Giardino, la que se caracteriza por la amabilidad de su habitantes, por sus capillas del siglo XVII con cementerio incluido en el predío de las mismas y sobre todo por el majestuoso Camino del Artesano, imposible de dejar de recorrer, donde ademas de encontrarnos con una oferta innumberable de artesanías que ofrecen los locales instalados a su vera, podremos disfrutar de un paisaje espectacular. Este camino une la ciudad de Villa Giardino con la ciudad de La Cumbre, ciudad a la cual no me puedo referir en la misma forma que a Villa Giardino en cuanto a la amabilidad de sus habitantes. Otro punto que vale la pena visitar estando en Villa Giardino es el cerro del Cristo.

Prosiguiendo viaje desde La Cumbre y siempre por la ruta 38 pasaremos por la ciudad de Capilla del Monte, famosa por el zapato (una formación rocosa que asemeja un zapato distante menos de 4 kms. del centro de la ciudad) y tambien famosa por su misticismo. Por el cerro Uritorco donde se dice que ha habido infinidad de avistamientos de OVNI e innumerables encuentros cercanos del tercer tipo. Otro de sus atractivos es que es la única ciudad del país que cuenta con la calle principal techada. La oferta culinaria es muy variada y por supuesto especializada en el famoso cabrito a las brasas cordobes.



La siguiente ciudad importante que nos encontraremos a la vera de la ruta 38 es la ciudad de Cruz del Eje. Una ciudad con el ritmo típico de las ciudades del interior y en la que no puede dejar de tentarse por comprar sus aceitunas y el aceite de oliva de calidad excepcional y a un precio muy acomodado, todo esto sin apartarse de la ruta.

De ahi en mas pasaremos por ciudades como Villa del Soto y Serrezuela, pequeñas y con el típico ritmo cancino de las ciudades de campo.

Una vez pasadas dichas ciudades nos encontraremos con las últimas estribaciones de las salinas para comenzar a divisar el arco de división sobre la ruta 38 que nos marca la delimitación entre las provincias de Cordoba y La Rioja.

Luego de recorridos más de 60 Kms llegaremos a la ciudad de Chamical en el medio de la llanura riojana, una ciudad pequeña y moderna con gran actividad.

Saliendo de Chamical nos disponemos a recorrer los últimos 65 kms. por la ruta 38, sobre nuestra derecha nos encontraremos con la parroquía erigida en recuerdo de Monseñor Angelelli uno de los obispos abatidos por la dictadura de 1976 por su lucha en favor de los más húmildes y desposeídos.

Luego de esto llegaremos a la pequeña ciudad de Patquía donde deberemos girar a la izquierda por la ruta nacional 150 sin antes parar en la estación YPF que se encuentra justo en el cruce de ambas rutas, dado que esta estación de servicio será la última que encontremos en nuestro camino rumbo al Valle de la Luna y Talampaya.

Una vez cargado combustible y estirado las piernas podemos proseguir viaje 85 kms hasta el cruce de caminos que nos lleva al Valle de la Luna y a San Agustín del Valle Fértil.

Llegado a este cruce nos conviene desviarnos 3 kms por dicho cruce hacia la izquierda donde nos encontraremos con el pequeño pueblito de Los Baldecitos ya en territorio de la Provincia de San Juan.


Sí uds. buscan una alternativa económica y además un lugar cercano a los lugares a visitar como El Chiflón, El valle de la Luna y Talampaha, les recomendamos el residencial Andrea, que cuenta con tres habitaciones muy húmildes, pero con baño privado, calefacción, camas confortables y mucha limpieza.

A esta altura llegamos a nuestro punto de partida para recorrer las maravillas de Talampaya y sus alrededores. En la próxima entrega hablaré acerca del Valle de la Luna, Talampaya y El Chiflón lugar de destino de una aventura inolvidable.